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martes, 17 de septiembre de 2013

El Alzheimer puede variar de un cerebro a otro.

Las diferencias en las señales y en los síntomas podrían estar relacionadas con los 'fibrilos de beta amiloidea' responsables de las placas, sugiere un estudio.

 

 Las diferencias en las estructuras que forman las placas en los cerebros de los pacientes de Alzheimer podrían dar pistas de por qué la enfermedad puede progresar más rápidamente o ser menos grave en algunas personas, sugiere un nuevo estudio.

La investigación podría servir para el desarrollo de nuevos agentes de imaginología que resalten las estructuras específicas en el cerebro (conocidos como fibrilos de beta amiloidea) y que mejoren la fiabilidad y la concreción del diagnóstico, según Robert Tycko, autor principal del trabajo, que fue publicado el 12 de septiembre en la revista Cell.

"Las variaciones en la enfermedad pueden tener una base estructural y deberse a las diferencias en la estructura molecular de los fibrilos", planteó Tycko, investigador principal del programa de investigación de intramuros de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. 

El estudio representa un avance importante en la investigación sobre el Alzheimer, según un experto que no participó en el estudio.

Los fibrilos de beta amiloidea son los responsables de las placas de amiloidea observadas en el Alzheimer, que es la forma más común de demencia. El Alzheimer es la sexta causa de muerte en los Estados Unidos, y afecta a más de 5 millones de estadounidenses, según la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association).

Para realizar la investigación, los científicos tomaron tejidos del cerebro de dos mujeres que fallecieron con Alzheimer y que presentaron distintas señales y distintos síntomas de la enfermedad. Extrajeron beta amiloidea del tejido y la usaron a modo de "semillas" a partir de las cuales hacer crecer fibrilos de beta amiloidea. Los investigadores hallaron que las mismas "semillas" (la secuencia de aminoácidos) podía agruparse formando estructuras moleculares distintas. 

Mediante el uso de una resonancia magnética nuclear y un microscopio de electrones para visualizar los fibrilos de beta amiloidea en el tejido cerebral de las pacientes, los científicos descubrieron correlaciones entre las variaciones en la enfermedad y las diferencias en la estructura molecular. 

"Hay al menos dos variedades distintas [de estructura amiloidea] en el Alzheimer", afirmó Tycko. "Y ciertas estructuras de fibrilos podrían ser más propensas que otras a provocar la enfermedad".

Tycko explicó que aunque el equipo de investigación fue capaz de determinar que hay al menos dos variedades estructurales de Alzheimer, no pudieron probar que existieran correlaciones entre las variaciones y a estructura molecular. 

Afirmó que espera que la investigación finalmente lleve a poder decirle a alguien con pérdidas de memoria si el problema probablemente llevará a una forma grave o de evolución rápida de Alzheimer o no.

Un experto que no participó en la investigación llamó al descubrimiento una "hazaña técnica". 

"La investigación es un gran paso adelante", afirmó Terrence Town, profesor de fisiología y biofísica en la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California. "Han conseguido algo que hemos intentado hacer durante una década".

Durante años, los investigadores se han centrado en algo de menor tamaño que un fibrilo, lo que se conoce como un oligómero, que se considera especialmente tóxico para el cerebro, explicó Town. "Ahora este estudio trae la atención a algo distinto: los fibrilos".

Los hallazgos ayudarán a los investigadores a centrarse en los fibrilos, e idealmente a trabajar para desarrollar maneras de identificar a las personas y hacerles un diagnóstico en las etapas iniciales de la enfermedad, señaló Town.

Información procedente de: http://www.medlineplus

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