El Alzheimer puede variar de un cerebro a otro.
Las diferencias en las señales y en los síntomas podrían estar relacionadas con los 'fibrilos de beta amiloidea' responsables de las placas, sugiere un estudio.
Las diferencias en las estructuras que forman las placas en los cerebros de los pacientes de Alzheimer podrían dar pistas de por qué la enfermedad puede progresar más rápidamente o ser menos grave en algunas personas, sugiere un nuevo estudio.
La investigación podría
servir para el desarrollo de nuevos agentes de imaginología que resalten
las estructuras específicas en el cerebro (conocidos como fibrilos de
beta amiloidea) y que mejoren la fiabilidad y la concreción del
diagnóstico, según Robert Tycko, autor principal del trabajo, que fue
publicado el 12 de septiembre en la revista Cell.
"Las
variaciones en la enfermedad pueden tener una base estructural y deberse
a las diferencias en la estructura molecular de los fibrilos", planteó
Tycko, investigador principal del programa de investigación de
intramuros de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU.
El
estudio representa un avance importante en la investigación sobre el
Alzheimer, según un experto que no participó en el estudio.
Los
fibrilos de beta amiloidea son los responsables de las placas de
amiloidea observadas en el Alzheimer, que es la forma más común de
demencia. El Alzheimer es la sexta causa de muerte en los Estados
Unidos, y afecta a más de 5 millones de estadounidenses, según la
Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association).
Para realizar
la investigación, los científicos tomaron tejidos del cerebro de dos
mujeres que fallecieron con Alzheimer y que presentaron distintas
señales y distintos síntomas de la enfermedad. Extrajeron beta amiloidea
del tejido y la usaron a modo de "semillas" a partir de las cuales
hacer crecer fibrilos de beta amiloidea. Los investigadores hallaron que
las mismas "semillas" (la secuencia de aminoácidos) podía agruparse
formando estructuras moleculares distintas.
Mediante el uso de
una resonancia magnética nuclear y un microscopio de electrones para
visualizar los fibrilos de beta amiloidea en el tejido cerebral de las
pacientes, los científicos descubrieron correlaciones entre las
variaciones en la enfermedad y las diferencias en la estructura
molecular.
"Hay al menos dos variedades distintas [de estructura
amiloidea] en el Alzheimer", afirmó Tycko. "Y ciertas estructuras de
fibrilos podrían ser más propensas que otras a provocar la enfermedad".
Tycko
explicó que aunque el equipo de investigación fue capaz de determinar
que hay al menos dos variedades estructurales de Alzheimer, no pudieron
probar que existieran correlaciones entre las variaciones y a estructura
molecular.
Afirmó que espera que la investigación finalmente
lleve a poder decirle a alguien con pérdidas de memoria si el problema
probablemente llevará a una forma grave o de evolución rápida de
Alzheimer o no.
Un experto que no participó en la investigación llamó al descubrimiento una "hazaña técnica".
"La
investigación es un gran paso adelante", afirmó Terrence Town, profesor
de fisiología y biofísica en la Facultad de Medicina Keck de la
Universidad del Sur de California. "Han conseguido algo que hemos
intentado hacer durante una década".
Durante años, los
investigadores se han centrado en algo de menor tamaño que un fibrilo,
lo que se conoce como un oligómero, que se considera especialmente
tóxico para el cerebro, explicó Town. "Ahora este estudio trae la
atención a algo distinto: los fibrilos".
Los hallazgos ayudarán a
los investigadores a centrarse en los fibrilos, e idealmente a trabajar
para desarrollar maneras de identificar a las personas y hacerles un
diagnóstico en las etapas iniciales de la enfermedad, señaló Town.
Información procedente de: http://www.medlineplus
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