El deterioro cognitivo comienza antes de los 45 años
Olvidar repetidamente a los 45
años dónde se dejan las llaves del coche o tener que leer varias veces
un texto para comprenderlo suele achacarse al estrés por el trabajo, a
la falta de sueño, al ritmo de vida frenético. Pero también pueden ser
los primeros síntomas de un deterioro cognitivo que, a la larga, puede
desembocar en demencia o Alzheimer, según ha comprobado una nueva
investigación.

Para llegar a afirmar que el
cerebro empieza a envejecer a los 45, los autores analizaron durante una
década a 5.198 hombres y 2.192 mujeres con edades comprendidas entre
los 45 y los 70 años. Durante el periodo de estudio evaluaron a los
participantes para medir su memoria, su vocabulario y sus habilidades de
comprensión visual, así como su destreza en pruebas de escritura y de
semántica. Los dividieron por grupos de edades entre los 45-49 años;
50-54; 55-59; 60-64 y 65-70.
Los resultados, que se publican en la revista 'British Medical Journal',
revelan que el deterioro cognitivo fue visible en todos los grupos y en
todas las categorías (memoria, razonamiento, semántica y comprensión)
salvo en el vocabulario, que parece que está poco influido por la edad.
Asimismo se vio que cuanto mayor es la personas peor funciona el
cerebro.
En los varones de entre 45 y 49
años, el deterioro en el razonamiento a lo largo de la década fue de un
3,6%, mientras que para los más mayores, los de 65-70 años fue del 9,6%.
En las mujeres los porcentajes son del 3,6% y del 7,4%,
respectivamente.
Archana Singh-Manoux, firmante del trabajo, declara que "haber logrado esta evidencia que muestra que existe deterioro cognitivo antes de los 60
años tiene importantes implicaciones y demuestra la necesidad de
promover estilos de vida saludables, particularmente en cuanto a lo que
el corazón se refiere".
Los autores destacan que "los
pacientes que presentan algún factor de riesgo de enfermedad
cardiovascular (obesidad, colesterol alto, etc.) deberían cuidarse, no
sólo para salvaguardar su corazón, sino también para prevenir una
demencia posterior".
Se sabe que cuando aparecen los
síntomas de la demencia son el resultado de un largo proceso de
deterioro cognitivo que ha podido durar 20 o 30 años. A pesar de que se
ha realizado mucha investigación en los métodos diagnósticos, aún no se
han descubierto los biomarcadores o los perfiles cognitivos que muestren
claramente el desarrollo de demencia. Sin embargo, sí que existen
suficientes estudios que demuestran la relación entre los factores de
riesgo cardiovascular y las posibilidades de desarrollar demencia. De
ahí, la importancia de un estilo de vida sano.
En un editorial que acompaña al
estudio, Francine Grodstein, del Departamento de Medicina del Hospital
Brigham and Women de Boston (EEUU) afirma que este hallazgo "tendrá
profundas consecuencias para la prevención de la demencia. Hasta ahora
no existe cura para este trastorno pero se sabe que lo más efectivo es
diagnosticarla y tratarla cuanto antes". Por eso, a raíz de este
estudio, las pruebas para detectar el deterioro cognitivo "deberían
realizarse a partir de los 45 años".
Además indica que "estamos
entrando en una nueva era de investigación y prevención en la que se
abre una esperanza de identificar maneras para intervenir antes en el
desarrollo de la enfermedad".
Información procedente de: http://www.elmundo.es/
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