Avances en la detección del Alzheimer.
En
el Miami Jewish Center Health Systems se realizan diferentes estudios
clínicos con el objetivo de frenar o disminuir la progresión de la
enfermedad de Alzheimer, una forma de demencia que termina incapacitando
a la persona hasta llevarla a la muerte.
“Sabemos que la
enfermedad empieza años y posiblemente décadas antes de que se presenten
los síntomas y creemos que la causa central es la formación de dos
toxinas en el cerebro”, explica el doctor Marc Agronin, director de la
Unidad de Salud Mental e investigador clínico del Jewish Center Health
Systems. “Una es llamada Beta-Amylod y la otra es una formación anormal
de la proteína conocida como TAU. El problema es que no se puede
detectar la formación de estas proteínas y no se sabe entonces quiénes
están en riesgo a desarrollar la enfermedad. Cuando el paciente presenta
síntomas es porque la enfermedad obviamente ya se ha desarrollado,
haciendo difícil reversar el proceso o remediar el daño que ya se ha
presentado”.
En el pasado la única forma de detección era la extracción de una
muestra de tejido cerebral, “pero obviamente esta no es forma realista
de hacer el diagnóstico”, agrega el especialista.
En los últimos
años se ha incrementado la investigación sobre esta enfermedad y se ha
desarrollado un tipo de escáner cerebral que permite identificar las
proteínas tóxicas que la desencadenan.
“Lo más novedoso que hay
ahora es un tipo de examen ocular por medio del cual se puede detectar
la presencia de esas proteínas perjudiciales”, explica el doctor
Agronin. “Estamos haciendo pruebas clínicas con el test
de ojos Sapphire II, que nos permite detectar huellas de la proteína
Beta-Amyloid. Esta es una forma más sencilla para detectar la presencia
de la enfermedad”.
Explica que la razón más importante de estas
pruebas, es poder iniciar un tratamiento en las etapas más tempranas de
la enfermedad, cuando aun no se han empezado a presentar síntomas, y
frenar su desarrollo.
Un método que se ha propuesto para detener
la progresión del Alzheimer cuando ya se han detectado las proteínas
tóxicas, es usando el propio sistema inmunológico.
“Así como las
células blancas están entrenadas para reconocer, atacar y eliminar
bacterias y virus de nuestro cuerpo, la idea es enseñar a nuestro
sistema inmunológico a identificar estas proteínas y de hecho lo hemos
logrado con ratones aplicándoles una vacuna que limpia el cerebro de
esas toxinas”, explica el investigador. “Con los humanos es más
complejo: hay dos formas diferentes de abordar el problema. Una es
suministrando al paciente la vacuna para enseñar a su sistema
inmunológico a reconocer las proteínas tóxicas, reaccionar en contra y
deshacerse de estas. La otra forma es mediante el uso de anticuerpos. En
este caso sería un anticuerpo que se le pegara a las proteínas tóxicas
en el cerebro para que las células inmunológicas vayan tras ellas y las
ataquen”.
En algunos casos ya se ha aplicado el recurso de anticuerpos,
haciendo que disminuya el desarrollo de la enfermedad, dice el doctor
Agronin y enfatiza que las vacunas y las pruebas de ojos han sido
desarrolladas por una compañía farmacéutica.
Añade que aunque hay
diferentes medicinas en el mercado para la enfermedad de Alzheimer,
estas producen mejoría de los síntomas pero no frenan su progreso,
mientras que con estas nuevas pruebas se detendría su progresión.
Información procedente de: http://www.elnuevoherald.com
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