Conozca el pueblo del alzheimer.
En Europa se están creando barrios especiales para enfermos de alzheimer. Esta propuesta, que trata de replicar la forma como vivían cuando eran jóvenes, ayudará a mejorar la calidad de vida de estos pacientes.
Hogewey es en apariencia un barrio como cualquier otro. Tiene locales comerciales, restaurantes, cafés, bares, supermercados, salones de belleza, jardines y pequeños parques. Pero a diferencia de otros, está decorado al estilo de los años cincuenta y sus habitantes sufren de alzheimer y demencia. En este pintoresco lugar, ubicado en los suburbios de Ámsterdam, Holanda, viven 150 pacientes atendidos por varios especialistas. La particularidad es que los médicos están disfrazados de jardineros, peluqueros o vendedores y no de bata blanca.
Aunque hay un muro de contención que rodea el predio para evitar
que salgan, los pacientes tienen la posibilidad de moverse libremente
por un espacio amplio sin sentirse encerrados y viven en un entorno
familiar.
Esta novedosa propuesta ha sido considerada revolucionaria por
algunos expertos, pues abandona la estructura clásica de los centros
hospitalarios, regida por horarios estrictos para alimentar y tratar a
los pacientes. “Los adultos mayores merecen todo nuestro respeto y comprensión, por lo cual este tipo de escenario asegurará que vivan sus
últimos años de forma normal y siendo felices”, dijo a SEMANA Dale
Archer, psiquiatra clínico miembro de la Asociación Estadounidense de
Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés).
Los primeros en seguir el ejemplo de los holandeses han sido los
suizos. La Asociación de Alzheimer de ese país ya aprobó el proyecto
para construir una población de características similares a Hogewey que
albergará a más de 200 pacientes en Wiedlisbach, cerca de Berna. Aunque
abrirá sus puertas hasta 2019, el geriatra Markus Vögtlin, impulsor de
esta iniciativa, considera que este tipo de sitios son ideales para
cuidar a los pacientes pues “ellos viven muy desorientados. Olvidan lo
que hicieron en la víspera o cinco minutos antes pero conservan
recuerdos precisos de su pasado lejano”. Por esa razón, crear un entorno
que los regrese en el tiempo puede ser clave para su tranquilidad y
bienestar.
Varios estudios han demostrado que la depresión en los pacientes
con alzheimer acelera el progreso de la enfermedad y disminuye su
capacidad cognitiva. Por eso, es ideal que lleven un estilo de vida
saludable y que realicen actividades estimulantes como leer, escribir,
cantar y socializar. De esa forma la sangre fluirá más en el cerebro, lo
cual favorecerá el crecimiento de las conexiones neuronales y reducirá
el riesgo de que aparezcan nuevas placas amiloides, depósitos
extracelulares presentes en exceso en quienes padecen este mal. “Los
medicamentos pueden ayudar a frenar la enfermedad, pero estar en un
ambiente familiar es muy favorable”, señala Archer.
Según José Fernando Gómez, coordinador del grupo de investigaciones
en gerontología y geriatría de la Universidad de Caldas, este tipo de
modelos hacen parte de una estrategia conocida como “enriquecimiento
ambiental, que busca aumentar la actividad cerebral para mejorar el
aprendizaje y la memoria de los pacientes”, dijo a SEMANA. Y aunque
funcionan bastante bien, hace falta demostrar si son los más idóneos,
pues algunos consideran que crear un mundo ilusorio no es apropiado.
Robinson Cuadros, miembro de la Asociación Colombiana de
Gerontología y Geriatría, señala que los barrios para enfermos de
alzheimer son importantes en la medida que mejoren su calidad de vida, y
aún más si se tiene en cuenta que en 2050 habrá cerca de 85 millones de
personas diagnosticadas en el mundo, más del doble que en la
actualidad. Aunque seguramente esta iniciativa tardará años en llegar a
otros continentes, “en la batalla contra la enfermedad todas las
propuestas que sirvan para brindarle seguridad y tranquilidad a los
pacientes son valiosas”, concluye Cuadros.
Información procedente de: http://m.semana.com
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