La neuroestimulación consigue eliminar o reducir la 'cefalea del suicidio' en el 70% de pacientes crónicos refractarios.
La neuroestimulación cerebral consigue
eliminar o reducir la cefalea en racimos --conocida también como
'cefalea del suicidio' por ser una de las más dolorosas que existen-- en
pacientes crónicos refractarios con unas tasas de eficacia del orden
del 60 o 70 por ciento, según ha explicado el jefe de servicio de la
Unidad Integral de Neurología de la Clínica La Luz, el doctor Valentín
Mateos, quien destaca esta alternativa para aquellos pacientes que
cumplen los criterios de cronicidad y que han fracasado con otros
tratamientos.
En estos casos las opciones pasan por intentar influir en los
circuitos implicados en la génesis de este peculiar tipo de cefalea, lo
que consiste en una intervención quirúrgica que consiste en la
implantación de electrodos en diferentes partes del cerebro, bien
internos o externos, que funcionan con una corriente eléctrica y actúan
como neuroestimuladores, consiguiendo que reducir, mejorar o incluso
eliminar las crisis.
En este campo, ha destacado por su novedad el estimulador del
ganglio esfenopalatino para aliviar los síntomas de la cefalea en
racimo, que se coloca en el hueso maxilar a través de una intervención
quirúrgica, que lleva un electrodo pequeño que puede ser accionado
mediante un mando por el paciente cuando aparece la crisis y que evita
el uso de fármacos.
"Este tratamiento es muy novedosos, con una cirugía mínimamente
invasiva, sin recurrir a las ya utilizadas en pacientes reflactarios. Es
una intervención que en estos momentos se hace en muy pocos centros
hospitalarios en pocos países, pero se espera un gran desarrollo para
conocer con certeza qué alcance tiene en la práctica clínica real",
explica a Europa Press.
En general, la cefalea en racimos afecta a una de cada 1.000
personas, lo que significa que tienen una frecuencia mucho más baja que
otras cefaleas como las migrañosas; mientras que los pacientes con
formas crónicas de cefalea en racimos son entre el 10 o el 20 por ciento
del total de pacientes.
Sin embargo, sus peculiares características la hacen única dentro
de las cefaleas. Típicamente el dolor se localiza en la región del ojo,
siempre del mismo lado, y se acompaña de una serie de síntomas y signos
que hacen a esta cefalea distinta a otra, es el caso del lagrimeo, el
enrojecimiento del ojo, la caída del párpado y congestión nasal, todo
ello por un espacio de tiempo que oscila entre 15 minutos y 3 horas.
"Al contrario que en la migraña es predominante que se de hombres
en vez de mujeres, y además el paciente suele ser joven. Está considera
como el dolor de cabeza más dolorosos que existe, y, en principio,
tienen unos ataques de dolor de cabeza terribles", explica al tiempo que
destaca que estos pacientes tienen una inquietud tremenda durante la
crisis, "de tal forma que mientras el paciente migrañoso busca la
quietud, el silencio y no moverse, y estos pacientes se dan con la
cabeza contra las paredes porque no pueden estar quietos de lo que les
duele".
De forma también típica, los pacientes alternan temporadas en que
están sintomáticos con una o varias crisis al día durante meses, con
periodos en los que no tienen ninguna crisis; por lo tanto, la duración
de las fases sintomáticas y de los periodos de descanso es variable de
unas personas a otras, pudiendo a pasarse desde 3, 6 o un año sin
ninguna nueva crisis.
El tratamiento de estos pacientes está bien establecido, la
mayoría tienen bajas crisis episódicas y para su control tienen dos
tratamientos bastante eficaces, por una parte la administración de
oxígeno de alto autoflujo, "que no está disponible para que los
pacientes lo tengan en casa", lo que dificulta su administración; y, por
otro lado, una inyección de sumatriptán subcutáneo, que es "una
medicación altamente eficaz que corta las crisis en 5 o 6 minutos".
Mientras, para acortar el racimo y prevenir su recurrencia, es
decir "para que en vez de que les dure dos o tres meses les dure tres o
cuatro días", se encuentra fármacos como el Verapamilo, el Litio, la
Metisergida y la Melatonina.
UN 12% DE LA POBLACIÓN TIENE MIGRAÑA
El doctor Mateos, quien ha intervenido este jueves en el primer
simposio en avances en cefalea y dolor facial CeFaLuz, ha recordado que
las cefaleas son una de las patologías por las que con más frecuencia se
acude a las consultas externas y de urgencias hospitalarias. En muchos
casos son altamente discapacientantes y con una gran complejidad
terapéutica, es el caso de las migrañas, que son consideradas como "la
cefalea primaria por excelencia".
La migraña en España afecta al 12,8 por ciento de la población
general, y tiene la característica de ser discapacitante, no solo es que
a la persona le duele la cabeza sino que va acompañado de síntomas
asociados que afectan a la zona digestiva sensorial, le molesta todo
durante las crisis, de tal forma que es una pauta muy habitual que
tengan que asilarse.
Hay dos tipos fundamentalmente, el mas común es la migraña sin
aura que afecta al 85 por ciento de los migrañosos, con
hipersensibilidad a la luz y al ruido, y luego hay un pequeño grupo que
antes del episodio de dolor tienen lo que se conoce como aura.
El principal problema en el tratamiento de estos pacientes, es que
una gran parte están infratratados, tanto en las fases de las
crisis, que toman fármacos de eficacia baja con respecto al grado del
dolor que tienen, como analgésicos o antiinflamatorios; y que "el
tratamiento preventivo se utiliza poco", pese a que "hay tratamientos
muy útiles para quienes los necesitan con mayores efectos que los
analgésicos", el problema que tienen es la servidumbre, "ya que hay que
tomarlos todos los días, pero está justificado en pacientes con muchas
crisis o crisis muy largas".
Información procedente de: http://www.europapress.es
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