Células madre obtenidas de la piel combaten la destrucción neuronal.
La muerte neuronal
provocada por enfermedades como la esclerosis o la demencia a menudo
está escrita en los genes en forma de mutación. Sin embargo,
investigadores de la Universidad John Hopkins (EEUU) han demostrado que es posible bloquear esta destrucción mediante la utilización de células madre generadas a partir de la piel.
"Hemos
usado células de pluripotencia inducida (cuyas siglas en inglés son
iPS) obtenidas de la dermis de pacientes con esclerosis lateral
amiotrófica", explica Jeffrey D. Rothstein, uno de los autores del
estudio, publicado esta semana en la revista Neuron.
Según
anteriores trabajos, alrededor del 40% de los pacientes con una
variedad heredada de este tipo de esclerosis y al menos el 10% de los
que la desarrollan espontáneamente tienen una mutación en el gen
C9ORF72, la misma que aparece frecuentemente en personas con demencia
frontotemporal, la segunda forma más común de esta enfermedad después
del alzhéimer.
Toxicidad del ARN
Los científicos seleccionaron dentro de un banco de células
madre las de los pacientes con el trastorno degenerativo que además
poseían esta alteración responsable de la repetición anómala de una
secuencia de ADN contenida en dicho gen y, en consecuencia, de la
producción de un exceso ARN. A continuación, analizaron la evolución de
los cultivos para identificar el mecanismo por el cual estas cadenas
sobrantes provocan la muerte de las células cerebrales.
"Hay múltiples teorías acerca de por qué se produce el daño
neuronal", señala Rothstein. "Nuestro ensayo demuestra que la verdadera
causa es la toxicidad causada por el ARN", indica. Los resultados del
estudio revelan que la acumulación de estas moléculas impide la
correcta fabricación de las proteínas encargadas de la regulación de las
funciones vitales de la célula y la vuelve más sensible al estrés.
A partir de estos hallazgos, los investigadores pudieron
diseñar un compuesto que actúa uniéndose como un velcro al material
genético mutado. Así evita que se produzcan series de ARN defectuosas y
permite que la célula se desarrolle adecuadamente. "Con la tecnología
iPS podemos tratar a los pacientes que presenten una mutación concreta.
Es una terapia cerebral personalizada", indica Rothstein.
Según el investigador, este tipo de medicamentos tan
específicos se desarrollan a menudo para el cáncer, pero "es la primera
vez que se aplican en neurología". De hecho, el campo de las enfermedades degenerativas sigue teniendo "la mayor tasa de fracaso de todos los ensayos clínicos".
"Normalmente se utilizan células de roedores para hacer este
tipo de estudios pero la naturaleza de las múltiples repeticiones de
los genes mutados lo hacía casi imposible en este caso", asegura Rita
Sattler, coautora del estudio. La científica indica que las iPS
fabricadas en el laboratorio "hacen el trabajo igual o mejor que los
modelos animales, ya que permite utilizar células humanas".
Los investigadores señalan que el próximo paso será comenzar
con los ensayos clínicos en personas y, posteriormente, planean
analizar la médula espinal de pacientes con esclerosis para encontrar
proteínas que puedan servir como indicadores del buen funcionamiento de
los fármacos.
Información procedente de: http://ecodiario.eleconomista.es
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