El cerebro puede leer, escribir y realizar operaciones matemáticas inconscientemente.
Investigación realizada en la Universidad Hebrea de Jerusalén encuentra que el cerebro es capaz de leer, escribir y realizar operaciones matemáticas sin que nos demos cuenta de ello, esto es, en un nivel incosnciente.
Usualmente se cree que la consciencia es condición necesaria, ineludible, para realizar operaciones cognitivas que se consideran complejas como la lectura, la escritura o el ejercicio de las matemáticas. Sin embargo, una investigación reciente de la Universidad Hebrea de Jerusalén ha mostrado que nuestro cerebro es capaz de cumplir dichas funciones aun sin que nosotros estemos conscientes de su realización.
Para descubrir esto, los investigadores
utilizaron una técnica conocida como Supresión Continua de Flash
(Continuous Flash Suppression, CFS), la cual consiste en proyectar una
imagen estática en uno ojo al mismo que sobre el otro se proyecta una
serie de imágenes sucediéndose y cambiando vertiginosamente. Con este
método las imágenes cambiantes son las que predominan en la conciencias
mientras que la estática se registra subliminalmente antes de que la
persona se dé cuenta de su presencia.
En la primera etapa del estudio, la
imagen estática consistió en una frase u oración, “enmascarada” por
figuras geométricas de distintas formas y colores. Los voluntarios ―un
grupo de 300 estudiantes― tenían que personar un botón apenas
percibieran las palabras. En promedio esta reacción tomó 1 segundo, pero
fue más rápida cuando el contenido de la frase era inesperado o
incoherente, negativo incluso, algo como “tráfico de personas” o
“Planché el café”.
Esto último indica, según los
científicos, que el cerebro fue capaz de leer y entender las oraciones a
un nivel inconsciente, lo cual se expresó en la mayor rapidez con que
se presionó el botón.
Después de esto, la imagen estática
proyectada fue una ecuación matemática de 3 elementos, por ejemplo, “9 −
3 − 4″, durante dos segundos o menos. Después, sin CFS de por medio, se
les mostró a los estudiantes otras cifras, pidiéndoles que eligieran al
azar alguna para decir su nombre en voz alta.
En este caso, la cifra elegida coincidió
en casi todas las ocasiones con el número que también solucionaba la
operación matemática. En el ejemplo anterior, fue más probable que el
sujeto en cuestión dijera “dos” y no el nombre de otro número, por lo
cual, en un nivel subconsciente, la mente efectuó la resta sin que la
persona lo advirtiera.
Por ahora la investigación es más
sugestiva que conclusiva y revela solo de manera parcial todo lo que
nuestro cerebro percibe y comprende inconscientemente sin que nos demos
cuenta de ello.
Información procedente de: Live Science
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