lunes, 3 de junio de 2013
Clara R. Forner Cinco o seis horas seguidas de sueño nocturno es el máximo que suele necesitar una persona de la tercera edad para descansar. Conforme cumplimos años cada vez dormimos menos y, sin embargo, algunos geriátricos de la provincia llegan a mantener a sus residentes hasta trece horas acostados en la cama. Plantillas insuficientes de trabajadores para atender a los ancianos que no se valen por sí mismos están llevando a comenzar a acostarlos a las siete, las ocho o, como mucho, las nueve de la noche. El horario de levantarlos oscila entre las 7,30 y las 10 de la mañana. Mientras, sólo diez inspectores de la Conselleria de Bienestar Social centralizados en Valencia se encargan de vigilar que los 8.449 ancianos ingresados en los centenares de geriátricos de la Comunidad –98 en la provincia de Alicante– reciban una atención correcta.
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