La suspicacia en el enfermo de Alzheimer
El enfermo de Alzheimer en ocasiones
puede sospechar de los que le rodean, acusar a miembros de la familia o a
otras personas de robo, ideas de castigo o punitivas, de infidelidad en
comportamientos y juicios inadecuados. Hay personas que encuentran
dichos comentarios o falsas acusaciones como hirientes, debemos tener en
cuenta que se deben a la enfermedad, son consecuencia del deterioro
progresivo de la enfermedad de Alzheimer.
La gerencia de este tipo de
manifestaciones requiere experiencia y templanza, así como un sólido
conocimiento de las características y curso de la enfermedad. Suelen ser
fuente habitual de estrés, frustración, estas conductas desafiantes
desatan la angustia en el cuidador.
Esta suspicacia como resultado de los
delirios o falsas creencias, son un síntoma de la enfermedad. Algunos de
los ejemplos comunes de estos comportamientos son las acusaciones de
que “alguien está envenenando su comida” o “robándole su dinero” o
derivados de falsa identificación como “mi esposa/o es un impostor”.
¿Cuándo ocurren estas sospechas infundadas?
Ocurren especialmente durante la etapa moderada de la enfermedad. A medida que el deterioro progresa, aparecen los déficits congnitivos (alteración progresiva de la memoria), la pérdida de atención y la desorientación, los episodios psicóticos (alucinaciones y delusiones). Ocurren con mayor intensidad las conductas perturbadoras.
¿Cómo actuar ante estas situaciones?
* En primer lugar no se ofenda, entienda que es consecuencia de la enfermedad y trate de concebir la queja o la acusación, deje que el enfermo se exprese.
No trate de rebatir ni de contradecir a la persona, no trate de convencerla de su equivocación.
* En primer lugar no se ofenda, entienda que es consecuencia de la enfermedad y trate de concebir la queja o la acusación, deje que el enfermo se exprese.
No trate de rebatir ni de contradecir a la persona, no trate de convencerla de su equivocación.
* Hable en tono suave, con voz cálida.
* Permitir una respuesta simple, tranquilizadora y haga sentir al enfermo que le importa, que es escuchado.
* Cambiar de pensamiento con una tarea
agradable, cambiar el foco de atención a una actividad o que le asista
en la finalización de una tarea.
* Si le acusa de la pérdida de un objeto o artículo específico, intente reponerlo lo antes posible.
“Le has echado algo a la comida, Quieres
envenenarme” Los trastornos de conducta pueden aparecer en el momento de
la alimentación. Muestre una conducta flexible, no caiga en estados de
frustración ni irritación. Plantear rutinas y cocinar lo habitual así
como procurar una actitud paciente y alabe las conductas positivas. Si
es posible valore en qué medida el enfermo puede participar en la
elaboración de la comida o incluso comer de su plato, probar la comida
son medidas eficaces para confrontar las ideas de perjuicio.
Algunas medidas al respecto
* Consulte con el médico estas manifestaciones, sus observaciones del enfermo, el tratamiento farmacológico y las dosis.
* Consulte con el médico estas manifestaciones, sus observaciones del enfermo, el tratamiento farmacológico y las dosis.
* Puede explicar a la familia y a otros miembros que estas acusaciones sospechosas son causadas por la enfermedad.
* Adaptar el entorno para controlar
aquellas fuentes estimulares que puedan alimentar el delirio
(televisión, radio, alto volumen, ruido externo..).
* Si lo que “desaparece” es el dinero,
deje que conserve algunas monedas en un monedero o en el bolsillo para
aliviar o impedir el desarrollo de estas acusaciones.
* Si persiste la acusación de la
“pérdida del objeto”, conozca e indague acerca de los lugares /
escondites donde el enfermo podría dejar dichos objetos o por donde
deambular.
Información procedente de: http://www.alzheimeruniversal.eu
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