Siguenos en:  

martes, 12 de marzo de 2013

Guía para reconocer la depresión durante la tercera edad.

Muchos afectados no van al médico por lo que la dolencia no se diagnostica

Por Juan Luis Sánchez, Guía de About.com.

De todos los trastornos psíquicos que sufren los ancianos, el más frecuente es la depresión, que se distingue por la tristeza, pues el que la sufre se encuentra decaído durante la mayor parte del día. Por regla general, quienes la sufren en esa época de la vida suelen estar más preocupados por los síntomas físicos que por su bajo estado de ánimo.
Uno de los peores problemas de las personas ancianas que padecen una depresión es que por regla general no acuden al médico para consultarle si padecen esta dolencia. Craso error. Cuando el médico inicia el tratamiento pertinente para los ancianos, la depresión suele evolucionar favorablemente. Pero si no se visita a tiempo al facultativo, existe un gran riesgo de empeorar significativamente.
¿Por qué no van al médico los ancianos deprimidos?
Muchas depresiones que se producen durante la Tercera Edad ni se diagnostican, ni reciben tratamiento, lo que resulta bastante preocupante.
Existen tres razones fundamentales que explican (pero no justifican) que las personas ancianas eviten consultar al facultativo en casos de depresión:
  1. Casi siempre, las personas mayores que sufren los síntomas lo achacan a la edad. Erróneamente, están convencidos de que es normal que les ocurra y que el médico no podrá ayudarles.
  2. Puesto que el estudio de la depresión es relativamente reciente, muchas personas de edad avanzada simplemente piensan que no se trata de una enfermedad. En muchas ocasiones, creen que se trata únicamente de una excusa que utilizan algunos aprovechados para evitar trabajar. Sólo los mejor informados o aquellos a quienes se la han diagnosticado, están al tanto de la complejidad de este desorden.
  3. Hasta hace muy poco tiempo, existían muchos prejuicios en torno a los trastornos del estado de ánimo y en general cualquier problema de índole mental. Básicamente, se pensaba que el que acudía al psiquiatra era porque estaba loco. Las personas que han vivido otras épocas tienen lógicamente dificultades para cambiar de mentalidad. Aunque en muchos casos se han informado sobre el particular, en otros siguen pensando que las personas de su alrededor les van a mirar como si estuvieran 'como una regadera'.
¿Cómo logro que una persona anciana con posible depresión acuda al doctor?
Se impone por tanto ayudar a los ancianos cercanos, cuando se perciban signos de que puedan sufrir una depresión. Se debe estar especialmente atento en el caso de que vivan solos. Resulta bastante difícil saber si la padecen porque muchos de los síntomas son parecidos a los de otras enfermedades que se ceban con las personas mayores.
En cualquier caso, familiares y amigos de personas de edad avanzada deberían encender las alertas si perciben las siguientes señales:
  • Pérdida exagerada de peso. La depresión casi siempre trae consigo una preocupante pérdida del apetito. En esa edad una mala nutrición tiene rápidamente efectos preocupantes en el cuerpo.
  • Constantes quejas somáticas. Como algunas personas se sienten mal y no saben por qué, muchas veces creen que sufren problemas gastrointestinales, cefaleas, vértigo, etc. Esto obliga muchas veces a realizar pruebas en busca de otras enfermedades.
  • Conversaciones preocupantes. Al igual que ocurre en otras etapas de la vida, los ancianos con este problema se verán asaltados por pensamientos negativos. Cuando se habla con ellos pueden aparecer manifestaciones de que han pensado en el suicidio, y en otras ideas nefastas.
  • Inapetencia a la hora de realizar actividades normalmente placenteras para ellos. Si un anciano al que durante toda su vida le ha gustado viajar, de repente no quiere ir a ningún sitio, o un hincha apasionado del fútbol ya ni siquiera ve los partidos, es un aviso de que algo ocurre.
  • Fatiga, insomnio, falta de interés por relacionarse con los demás, y en general las manifestaciones normales de este mal.
Alcalá, V., Camacho, M., Giner, J. "Afectos y depresión en la tercera edad. Psicothema. 2007.
Conde López V, Esteban Chamorro T, Useros Serrano E. "Cuestionario de depresión de Beck. Manual". 2da. ed. Madrid: TEA, 1988
González Ceinos. "Depresión en ancianos: un problema de todos". Revista Cubana de Medicina General Integral. V. 17. Nº 4. 2001.
Taragano, FE, Mangone CA. "Diagnosing elderly depression". Intern Psychoger Assoc Bull 1995;12:28-9

Información procedente de: http://depresion.about.com

 

lunes, 11 de marzo de 2013

Un cerebro estimulado resiste mejor el alzhéimer

Confirmado, aburrirse es lo peor para el cerebro, como se deduce de un estudio publicado en la revista «Neuron», que asegura que la exposición a un ambiente estimulante y las nuevas actividades puede tener efectos beneficiosos, superiores incluso a la práctica de ejercicio, que se sabe que genera neuronas nuevas, cuando se trata de retrasar la aparición de la enfermedad de alzhéimer.
Dennis Selkoe, veterano en la investigación de esta patología neurodegenerativa, lidera el trabajo ahora publicado y desentraña con su equipo los mecanismos moleculares por los que el desarrollo de nuevas actividades ayuda a proteger el hipocampo, una estructura del cerebro implicada en el aprendizaje y la memoria, de los efectos perjudiciales de la proteína amiloide, relacionada con el deterioro cognitivo que acompaña a la enfermedad de alzhéimer.
Al menos es lo que ocurre en ratones de laboratorio sin modificar genéticamente que son expuestos a los oligómeros de proteína amiloide humana, al parecer un mejor modelo de esta patología que los ratones transgénicos frecuentemente utilizados, según Selkoe, para estudiar lo que ocurre en la enfermedad de alzhéimer esporádica, que constituye el 90% de los casos registrados.
Lo que Selkoe ha descubierto es que las actividades que implican novedad para los roedores, lo que se conoce como un entorno enriquecido, activan un tipo de receptores denominados beta-2-adrenérgicos, que reducen el daño que la proteína amiloide causa en el cerebro. En concreto mejora la potenciación a largo plazo, un mecanismo implicado en el aprendizaje y la memoria, que falla en las personas con Alzhéimer. Además, como como ocurre con el ejercicio, incrementan la produción de nuevas neuronas en el hipocampo. Los ambientes novedosos también producen un incremento en las espinas dendríticas de algunas células del hipocampo. Estas estructuras son las que las neuronas utilizan para comunicarse entre sí, y están disminuidas en las personas con alzhéimer. Esas comunicaciones entre neuronas, denominadas sinapsis, también se ven favorecidas cuando se estimula el cerebro con nuevas actividades.
Y lo más interesante es que este efecto protector podía conseguirse también en los roedores suministrando agonistas beta-adrenérgicos, que no son otra cosa que fármacos de los que se utilizan para el tratamiento de patologías como el asma y la enfermedad obstructiva pulmonar crónica (EPOC). Al parecer, los agonistas betadrenérgicos por si solos, sin la práctica de ejercicio ni actividades cognitivas, ayudaban también a reducir los efectos de la acumulación de la proteína amiloide durante el envejecimiento.
En los ratones, las actividades novedosas aumentan la liberación de noradrenalina, una molécula que actúa como hormona y neurotransmisor y que interviene, entre otras funciones, en el control de la atención. La noradrenalina se forma a partir de la dopamina, que se relaciona con el sistema de recompensa y la motivación. Los receptores betadrenérgicos participan en el aprendizaje y la memoria.

Mayor nivel educativo
Estos resultados están en consonancia con trabajos previos que relacionan el nivel educativo y de actividad intelectual con una mayor resistencia al alzhéimer. Hay estudios documentados de personas que no muestran los síntomas de la esta patología a pesar de que los análisis post-mortem de sus cerebros reflejaban los signos de la enfermedad. Aprender una lengua nueva se ha relacionado también con una mayor protección frente al alzhéimer, precisamente por aumentar la plasticidad en el hipocampo, algo en consonancia con lo ahora descubierto por Selkoe.
Y estos efectos neuroprotectores tienen lugar desde la infancia, como se deduce del estudio. Lo que llevaría a la interesante idea de fomentar en los más pequeños la práctica de actividades nuevas, distintas de la televisión, y la relación con sus iguales, para acumular "reserva cognitiva", tan beneficiosa para enfrentarse a patologías del cerebro. Pero no todo está perdido si en los primeros años no se ha cultivado el cerebro. El estudio de Selkoe demuestra que los ratones adultos que son sometidos a un proceso intensivo y prolongado (ocho semanas, frente a las cuatro que necesitan los más jóvenes) pueden también beneficiarse de la estimulación cognitiva.
Que la actividad cognitiva junto con el ejercicio es buena para proteger el cerebro en modelos de ratón se conoce desde hace años. Pero la gran novedad de este trabajo de Selkoe publicado en Neuron es que revela el mecanismo por el que esto ocurre y su importancia para restaurar la potenciación a largo plazo, fundamental para que tengan lugar los procesos de memoria y aprendizaje, explica José Luis Trejo, responsable del grupo de Neurogénesis Adulta del Instituto Cajal (CSIC). Y es de esperar que el conocimiento de este nuevo mecanismo pueda también abrir la puerta a otros enfoques en la búsqueda de nuevos fármacos para esta devastadora patología.

Información procedente de: http://www.abc.es

 

Alzheimer, una de las principales causas de pérdida de vida saludable.

 España es uno de los países desarrollados con mejores tasas de esperanza de vida y de años de vida saludables lo que, por contra, conlleva que una enfermedad neurodegenerativa como el Alzheimer se sitúe ya entre las principales causas de muerte y de pérdida de años de vida saludable.

   Así se desprende del estudio internacional 'GBD 2010' de la Universidad de Washington (Estados Unidos) y la Fundación Bill & Melinda Gates cuyos resultados publica la revista 'The Lancet', que analiza la evolución del peso de las enfermedades en cada país en los últimos 20 años, desde 1990 a 2010.
   Gracias a los "numerosos logros sanitarios" conseguidos en las dos últimas décadas, según los autores del informe, España ha logrado uno de los mejores índices de esperanza de vida de todo el mundo, pasando de los 76,9 años de 1990 a los 81,3 de 2010.
   Esto ha sido posible, entre otras cuestiones, a la reducción del número total de muertes en niños menores a cinco años a más de la mitad (54%) y al descenso de los fallecimientos de jóvenes por accidentes de tráfico, en un 45,26 por ciento.
   Esto ha permitido también que España sea el segundo país con más años de vida saludables tras Japón, con 70,9 años de media.
   Sin embargo, reconocen los autores, el "precio" de todo esto es el Alzheimer, que ha escalado hasta situarse entre las seis primeras causas de pérdida de años saludables de vida por discapacidad, sólo por detrás del infarto, el ictus, el cáncer de pulmón y el colorrectal y la EPOC.
   Además, el estudio muestra como es la tercera causa de muerte, sólo por detrás del infarto y el ictus.
   Junto a esta enfermedad también ha aumentado la incidencia de otros trastornos de la vejez como las caídas, las patologías musculoesqueléticas y la depresión. Es decir, "los españoles viven una larga vida, pero con enfermedades discapacitantes", según los autores.
   El sedentarismo también ha aumentado como un factor de riesgo que se suma a otros hábitos nocivos para la salud que ya estaban instalados en la sociedad, como el exceso de peso, la dieta y el tabaquismo. Otros factores que hacen perder años saludables de vida son los altos niveles de glucosa en sangre y también el uso de fármacos, que sigue estando entre los 10 primeros factores de riesgo.
   Al igual que en muchos países del mundo, los españoles tienen cada vez mayor cantidad de discapacidades que les dificultan moverse, ver, escuchar y pensar con claridad. Entre las principales causas de discapacidad, junto con el Alzheimer, se encuentran la lumbalgia, la depresión, las caídas, el dolor de cuello y los trastornos musculoesqueléticos.
   El doctor Josep María Haro Abad, director de Investigación del Parc Sanitari Sant Joan de Déu y participante en el estudio GBD 2010 dice que "cuando las personas pasan los 65 años las enfermedades crónicas pueden aparecer, si bien también en muchos casos la medicina permite retrasar el inicio de la enfermedad".

EL ENVEJECIMIENTO VA MÁS RÁPIDO QUE LA MEDICINA

   El problema, añade este experto, es que "el peso del envejecimiento en la carga de enfermedad es superior al avance de la Medicina".
   Además, advierte de que la crisis económica que atraviesa España en la actualidad también incidirá en un futuro cercano en la salud de la población.
   "Por un lado, de forma más aguda, porque está habiendo recortes importantes en lo que se consideraba un derecho, como el acceso universal a la sanidad. Además, se está reduciendo el acceso a algunos tratamientos que son caros, lo que ha generado un impacto directo en la salud", ha explicado este experto.
   Además, también recuerda que la situación económica provoca inestabilidad laboral que "de manera indirecta" provoca un aumento de las enfermedades a través de las tensiones sociales o de las tensiones que padecen las personas, lo que deriva en "una disminución del autocuidado, menos posibilidad de acceder ya no solo a los tratamientos sino también a una buena alimentación, a un buen descanso, etc".

Informaciónprocedente de: http://www.europapress.es

Crean una prueba para detectar en la sangre el Alzheimer en sus primeras etapas

Investigadores británicos han desarrollado una prueba para detectar el Alzheimer en sus primeras etapas. Este mecanismo funciona mediante la búsqueda de una combinación de 'marcadores' de la sangre que son diferentes en las personas sanas y en las personas con la enfermedad.
 
En concreto, la prueba utiliza algunas proteínas que han sido fuertemente vinculados con la enfermedad de Alzheimer, como amiloide y APOE. Así, a través de un análisis de sangre de las personas con la enfermedad, así como de los que tienen problemas de memoria en fase inicial, los investigadores han conseguido detectar algunos otros marcadores que eran sugestivos de la enfermedad.

En este sentido, el profesor de la Universidad de Nottingham, Kevin Morgan, ha informado de que todavía tienen que "validar" la prueba aunque ha asegurado que la combinación de marcadores encontrados es un resultado "muy prometedor".

"Nuestros hallazgos son emocionantes porque demuestran que es técnicamente posible distinguir entre personas sanas y aquellas con la enfermedad de Alzheimer mediante un análisis de sangre. A medida que los análisis de sangre son una manera rápida y fácil de ayudar a diagnóstico, estamos muy animados con estos resultados y el potencial que tienen para el futuro", ha señalado.
Asimismo, ha señalado que esta prueba podría ayudar a dar un diagnóstico definitivo y que, además, podría dirigir terapias futuras para asegurar que los pacientes están recibiendo el tratamiento más adecuado. 

"Darle a la gente con demencia un diagnóstico preciso no siempre es fácil, por lo que la construcción de nuestro arsenal de técnicas de diagnóstico es vital. Aunque todavía queda mucho camino por recorrer antes de que una prueba de este tipo podría estar disponible, los resultados son prometedores. Cuando se usa junto con otras técnicas de diagnóstico, un análisis de sangre de este tipo podría ser de gran ayuda", ha zanjado el director de Investigación de Investigación de Alzheimer del Reino Unido, Eric Karran.

Información procedente de: http://www.telecinco.es

 

domingo, 10 de marzo de 2013

Deterioro Cognitivo y Lesiones cerebrales vasculares, más que una mera relación.

Detección temprana del Alzheimer…
La lesión cerebral vascular es más determinante para el deterioro cognitivo que las placas beta amiloides
 
Investigadores estadounidenses sugieren que la detección temprana del Alzheimer no deben dejar de lado las lesiones cerebrovasculares.

La lesión cerebral vascular ocasionada por la hipertensión o un infarto es un factor de riesgo del deterioro cognitivo más determinante que la aparición de placas amiloides en el cerebro, vinculadas con la enfermedad de Alzheimer. Así se desprende de los resultados de un estudio del Centro de Investigación del Alzheimer de la Universidad de California en Davis, Estados Unidos, publicado en el último número de la revista Neurology.

Los investigadores intentaron determinar si existía una correlación entre la lesión cerebral vascular y la presencia de placas de beta amiloide, al tiempo que trataron de descifrar el efecto que cada factor tiene sobre la memoria y el funcionamiento cognitivo.

Los estudios realizados previamente en animales habían sugerido que sufrir un derrame cerebral favorecía la aparición de placas de beta amiloide en el cerebro, pero en este caso no se encontraron pruebas que sustentaran tal vinculación.
Sin embargo, ha explicado Bruce Reed, uno de los autores del estudio, lo que sí se pudo observar fue que la presencia de una enfermedad cerebrovascular era más determinante en la función cognitiva que la formación de estas placas.
De hecho, y aunque la mitad de los participantes del estudio tenía niveles anormales de beta amiloide y la otra mitad sufría algún tipo de daño cerebral vascular, “realmente fue muy claro que el amiloide tenía muy poco efecto pero, en cambio, la lesión cerebral vascular presentaba efectos claramente negativos”, ha explicado Reed.

En el estudio participaron 61 individuos de ambos sexos que tenían entre 65 y 90 años de edad, con una edad media de 78 años. Treinta de los participantes eran clínicamente “normales”, 24 tenían algún tipo de problema cognitivo y siete habían sido diagnosticados de demencia.

Los participantes se sometieron a una resonancia magnética para medir el daño cerebral vascular y a un PET para medir la presencia de placas beta amiloides.
El estudio mostró que tanto la memoria como la función ejecutiva estaban correlacionadas negativamente con los infartos cerebrales, que afectaban especialmente a la sustancia gris de la corteza y la subcorteza. Y aunque los infartos eran comunes en este grupo, variaban mucho según su tamaño y ubicación, y de hecho hubo muchos que habían estado clínicamente en silencio.

En cambio, el nivel de amiloide en el cerebro no se correlacionó bien con los cambios en la memoria o en la función ejecutiva.
Reed ha asegurado que el estudio es importante porque “hay un enorme interés en la detección de la enfermedad de Alzheimer en su etapa más temprana, antes de que una persona presente síntomas clínicos”.

Por ello, ha apostillado, “tras este estudio los médicos deberían pensar en que la detección temprana del Alzheimer es algo un poco más complejo y no se debe dejar de lado la presencia de lesiones cerebrovasculares”.

Información procedente de: http://www.alzheimeruniversal.eu
Fuente: www.jano.es


 

¿Cuándo comienza el deterioro cognitivo?

Hasta ahora se pensaba la pérdida de memoria comenzaba a los 60 años, pero el estudio realizado por el equipo de investigadores dirigido por Archana Singh-Manoux, del Centro para la Investigación en Epidemiología y Salud Poblacional de Francia y de University College de Londres concluye que empieza a los 45 años.

Detectar la edad a la que la memoria comienza a deteriorarse es importante, ya que los medicamentos funcionarán de manera más efectiva si se administran en el momento en que comience a producirse la pérdida. Podría ser, como piensan algunos expertos, que los fármacos contra el Alzheimer que se están sometiendo a ensayo clínico, estén siendo probados en pacientes demasiado mayores, para que se obtengan resultados positivos.

La investigación publicada en el British Medical Journal se realizó sobre más de 7.000 trabajadores estatales de Gran Bretaña, durante 10 años y halló un deterioro modesto en el razonamiento mental en hombres y mujeres de 45 a 49 años.

Se registró una gran variación en el deterioro de la función cognitiva en todas las edades, aunque entre los sujetos de más edad, el deterioro promedio fue mayor. Del mismo modo, un tercio de los individuos de 45 a 70 años no mostró deterioro durante el periodo estudiado.
Los participantes fueron evaluados en tres ocasiones en el marco del estudio, con pruebas de memoria, de vocabulario y de habilidades de compresión visual.

Los resultados muestran que las puntuaciones cognitivas se redujeron en todas las categorías (memoria, razonamiento, fluidez fonológica y semántica), excepto en el vocabulario y no hubo una disminución más rápida en las personas mayores. Asimismo, también revelan que, durante el período de estudio de 10 años, se produjo un descenso del 3,6% en el razonamiento mental en los hombres de entre 45-49 años y un descenso del 9,6% en los de 65-70. Las cifras correspondientes para mujeres fueron de 3,6% y 7,4%.”

A partir de investigaciones previas esperábamos no ver deterioro”, dijo Singh-Manoux.
“No sucede de repente cuando uno envejece. Esa variabilidad existe mucho antes”, dijo Singh-Manoux. “El próximo paso es buscar relaciones con factores de riesgo”, agregó
Este trabajo también indica que los factores que afectan a las funciones cardiovasculares, como el tabaquismo, los altos niveles de colesterol, la hipertensión o la obesidad, podrían impactar en el desarrollo del Alzheimer y la demencia vascular, a través de efectos en los vasos sanguíneos cerebrales y las neuronas.

Los resultados de este estudio  podrían tener implicaciones de largo alcance en la investigación de demencias.

Informaciónprocedente de: http://fundacioncien.es


No llevar la contraria.

Las manías y obsesiones del Alzheimer agotan a los cuidadores

Nuestra insistencia para que cambien su comportamiento sólo les producirá mucha frustración y por consiguiente mucha rabia y en algunos casos violencia.

Uno de los comportamientos que más agotan al cuidador de un afectado por el Alzheimer es, sin duda, el que viene marcado por una obsesión. Los procesos obsesivos son, por definición, incontrolables por quien los sufre y no responden a hechos objetivos o percepciones reales.

La variedad de obsesiones es infinita. En los años que llevo relacionándome con familiares de enfermos he ido recogiendo una amplia muestra que incluye toda clase de lo que, a menudo, son llamadas “manías”.

Recuerdo el caso de una señora que iba continuamente al baño, obsesionada con lavarse las manos cada 5 minutos. Su hijo trataba de convencerla de que las tenía limpias, pero era un intento fracasado.

O el de un señor que había vuelto a la época de la Guerra Civil y se pasaba el tiempo oyendo bombardeos y tiros que sólo él escuchaba. Esto, por un lado le producía un estado de miedo y de nervios, que empeoraba cuando sus familiares trataban de convencerle de que lo que él oía no era real.

Nada puede cambiar la percepción que el enfermo tiene. Lo que él/ella siente o cree es una realidad, no sirve de nada argumentar, razonar o discutir, en el peor de los casos. Nuestra insistencia para que cambien su comportamiento sólo les producirá mucha frustración y por consiguiente mucha rabia. Esto, en aquellas personas con un carácter más fuerte, puede concluir en un episodio de enfado e incluso de violencia.

Todo lo que sabía sobre obsesiones se ha vuelto de pronto imprescindible. Ahora es mi padre el que vive en una realidad sólo suya. Hemos disfrutado de unos meses de tranquilidad, en los que le veíamos tranquilo y contento. Sin saber cual ha sido el detonante ha comenzado a vivir en una obsesión de huida permanente. La preocupación que produce en todos nosotros este estado de cosas es fácil de imaginar.

Sabemos que el Centro en el que reside cuenta con todos los sistemas de seguridad y que el personal está pendiente de él, pero la posibilidad de que logre su objetivo de “escaparse” y pueda perderse es un motivo para tener el móvil siempre a mano, y una llamada desde el Centro, por cualquier otra razón, es un sobresalto.

No tratamos de convencerle de que está todo en su imaginación, pero sí cambiamos de tema, buscamos algo de que hablar que a él le interese, le proponemos juegos y actividades para que centre su atención en otra cosa. Todo eso funciona mientras estamos con él, pero nada puede evitar que, al irnos a casa, tengamos el corazón en un puño.

Al menos, al no llevarle la contraria, no estamos provocando que su estado de alteración se agrave. Y pedimos cada día que esta mala racha pase.
 
Información procedente de: http://www.hechosdehoy.com

 

sábado, 9 de marzo de 2013


Cuestionario de reserva cognitiva. Valores obtenidos en población anciana sana y con enfermedad de Alzheimer

Introducción:
La reserva cognitiva define la capacidad del cerebro adulto de minimizar la manifestación clínica de un proceso neurodegenerativo. La adquisición de la reserva cognitiva se ha asociado a la realización de determinadas actividades intelectuales y cognitivas a lo largo de toda la vida.

Objetivos:
Crear un nuevo cuestionario de reserva cognitiva (CRC), establecer su relación con las funciones cognitivas y obtener los valores normativos en la población española anciana cognitivamente sana. Sujetos y métodos. 55 controles cognitivamente sanos y 53 pacientes con enfermedad de Alzheimer. A todos los sujetos se les administró el CRC, que consta de ocho ítems con varias opciones de respuesta, así como una batería neuropsicológica breve. 

Resultados: 
La edad no tuvo una influencia significativa en la puntuación obtenida en el CRC en ninguno de los grupos; sin embargo, los años de escolaridad sí influyeron significativamente. En ambos grupos, se encontraron correlaciones significativas entre la puntuación en el CRC y el rendimiento en pruebas neuropsicológicas que miden la función ejecutiva.

Conclusiones: 
El CRC es un cuestionario útil para evaluar el grado de reserva cognitiva en controles sanos y en pacientes con enfermedad de Alzheimer inicial. El CRC se asocia al rendimiento cognitivo de la función ejecutiva.

Información procedente de: http://www.neurologia.com

Evaluación cognitiva de las personas con demencia.

Víctor Isidro Carretero, neuropsicólogo y responsable de formación y Carolina Mendoza Rebolledo, neuropsicóloga del Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía explican las pruebas que puede realizar el neuropsicólogo a las personas con demencia, para conocer su estado tanto cognitivo, como afectivo y conductual que, junto con la valoración médica y funcional, determinarán el estadio de la enfermedad en el que se encuentra la persona.

Entre las pruebas que se pueden utilizar para la valoración cognitiva están:

Escala de deterioro global (GDS Global Deterioration Scale)
Autores: Reisberg, B.; Ferris, S. H.; De León M. J. y Crook, T.
Permite clasificar a los usuarios en siete estadios según sus capacidades y déficits cognitivos y funcionales, desde la cognición normal a la demencia muy grave. Los estadios del 1 al 3 corresponden a la predemencia y en el estadio 5, el paciente precisa de ayuda en su día a día.

Mini Examen Cognoscitivo (MEC)
Autores: Folstein, M. F.; Folstein, S. E y Mc Hugh, P. R.
Realiza un cribado de déficit cognitivo para detectar el deterioro cognitivo y evaluar su gravedad, además de establecer de los cambios cognitivos a lo largo del tiempo para poder documentar la respuesta de un individuo al tratamiento.
Las áreas cognitivas que explora son las siguientes:
- Orientación temporal y espacial
- Memoria inmediata
- Atención y cálculo
- Memoria diferida
- Lenguaje y praxis: nominación, repetición, comprensión de órdenes verbales, lectura, escritura espontánea y copia de dibujo

SMMSE (Severe Mini Mental State Examination)
Autores: Harrell, L. E.; Marson, D.; Chatterjee, A. y Parrish, J. A.
Permite obtener información del estado cognitivo de aquellos sujetos con deterioro más severo. Muy útil cuando en el MEC se produce un “efecto suelo” ya que las puntuaciones de pacientes en estadios graves son tan bajas, que apenas aportan información sobre su estado cognitivo.

Test del reloj (Clock Drawing Test, CDT)
Autores: Goodglass, H. y Kaplan, E.
Prueba de detección sencilla, rápida y de fácil aplicación empleada tanto en la práctica clínica como en investigación, para valorar el estado cognitivo del sujeto. Evalúa diferentes mecanismos implicados en la ejecución de la tarea, fundamentalmente funciones visoperceptivas, visomotoras y visoconstructivas, atención y comprensión, planificación y ejecución motoras.
Se le solicita al paciente que dibuje un reloj que marque las 11.10 h. y se puntúa la realización de la esfera (máximo 2 puntos), las manecillas (máximo 4 puntos) y los números (máximo 4 puntos).

Cuestionario de Pfeiffer (Short Portable Mental Status Questionnaire, SPMSQ)
Autor: Pfeiffer, E.
Instrumento de cribado del deterioro cognitivo, que además sirve para la determinación de su grado. Es útil para pacientes institucionalizados como para población general.
Explora los siguientes apartados:
- Memoria a corto y largo plazo
- Orientación
- Información sobre hechos cotidianos
- Capacidad de cálculo
Es una prueba en la que únicamente se anotan respuestas erróneas.

Test de los 7 minutos (7 Minute Screen, 7MT)
Autores: Solomon, P. R.; Hirschoff, A.; Kelly, B.; Relin, M.; Brush, M.; De Veaux, R. D. y Pendlebury, W. W.
Se utiliza para la identificación precoz de la demencia tipo Alzheimer, se compone de cuatro pruebas para detectar aspectos específicos que fallan exclusivamente en caso de demencia, especialmente tipo Alzheimer, con independencia del nivel de escolarización, la ansiedad o cualquier otro factor de confusión.
Las pruebas que incluye evalúan:
- Memoria: La memoria libre y la memoria con clave semántica, como técnica para el aprendizaje y recuerdo
- Orientación temporal, en relación con la fecha y hora
- Lenguaje: a través de la fluidez verbal, medida pidiéndole al paciente que diga en un minuto el máximo número posible de nombres de animales
- Visoconstrucción, cálculo y praxis, evaluadas a través del test del reloj.
Cada uno de los cuatro tests tiene distinto peso en la puntuación total, por lo que sus puntuaciones individuales se transforman en puntuaciones que se suman y proporcionan la puntuación total. Un percentil <20 se considera indicativo de demencia.

Alzheimer´s Disease Assessment Scale (ADAS)
Autores: Mohs, R. C.; Rosen, W. G. y Davis, K. L.
A través de 11 ítems evalúa las siguientes funciones cognitivas:
- Memoria: recuerdo inmediato de palabras, reconocimiento de palabras y recuerdo de las instrucciones de la prueba de memoria.
- Lenguaje: encadenamiento de órdenes múltiples, denominación de objetos y dedos, capacidad en el lenguaje hablado, comprensión del lenguaje hablado y dificultad para encontrar las palabras adecuadas.
- Praxia: constructiva e ideatoria.
- Orientación: temporal y espacial.

CAM-COG (subtest del CAMDEX-R Prueba de exploración Cambridge, revisada para la valoración de los trastornos mentales en la vejez)
Autores: Roth, M.; Huppert, F.; Mountjoy, C. y Tym, E. Adaptación española: López-Pousa, S.
Diseñado específicamente para ayudar a diagnosticar la demencia en un estadio incipiente, se trata de una breve batería neuropsicológica que, mediante ítems diversos valora la capacidad del sujeto en diferentes áreas cognitivas: orientación témporo-espacial, lenguaje verbal y escrito, praxis, cálculo, pensamiento abstracto, percepción visual y curso del tiempo, memoria y recuerdo, atención y concentración.

Test de aprendizaje verbal de Hopkins (Hopkins Verbal Learning Test, HVLT)
Autor: Brandt, J.
Es una prueba de memoria verbal, indicada para personas mayores y con trastornos neurológicos, debido a que maneja menos estímulos y emplea menos tiempo que pruebas con características similares como el CVLT o el TAVEC.
Actualmente, se están validando y baremando a la población española diferentes versiones de esta prueba y los resultados preliminares demuestran que tiene muy buen valor de discriminación entre sujetos sanos y sujetos con deterioro cognitivo leve (DCL) de tipo amnésico (mono y multidominio).

Fuente: Guía práctica para profesionales que trabajan con personas con Alzheimer del Centro Alzheimer de la Fundación Reina Sofía.
Información procedente de: http://www.fundacioncien.es/

 

Inteligencia emocional del corazon



Recad. Rehabilitación y Estimulación Cognitiva a Domicilio. Valencia



Busca una respuesta en tú corazón.

El ictus, un terremoto que marchita el cerebro

Cada hora de retraso en la atención neurológica de un accidente cerebrovascular supone un envejecimiento cerebral de 4 años.

El ictus podría compararse con un terremoto que causa daños irreparables en el cerebro. Sucede cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene. Hay dos tipos: los isquémicos (por obstrucción y se deben a trombosis o embolias) y los hemorrágicos por rotura, los comúnmente conocidos por derrame cerebral. «En España se calcula una incidencia de unos 150 ictus por 100.000 habitantes y en Asturias rondamos los 163», sentenció ayer el neurólogo José Antonio Vidal, con consulta en el San Agustín, durante una conferencia que ofreció organizada por el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés.

Precisó que en el centro sanitario avilesino se atienden alrededor de 250 accidentes cerebrovasculares al año y aseguró que lo más grave de estos «ataques» son las consecuencias. Es por esto imprescindible que se atiendan estos casos de forma urgente, antes siempre de cuatro horas: cada hora de retraso en la atención de un ictus el cerebro envejece cuatro años. El accidente cerebrovascular es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en varones. Sólo en Asturias fallecen unas 1.200 personas al año por este motivo, cien de ellas ligadas al área sanitaria avilesina. «Otra consecuencia es la dependencia: el cincuenta por ciento de las personas que sufre un ictus y sobrevive es dependiente», sentenció, e incidió que a nivel regional se estima que hay alrededor de 8.000 dependientes, mil de Avilés.

«El ictus es la enfermedad más prevalente en el servicio de Neurología por dependencia y secuelas», sentenció el especialista. Añadió: «Es muy importante conocer los síntomas de alarma. Hoy en día se disponen de tratamiento fibrinolíticos que vulgarmente podemos decir que sirven para desatascar la tubería. En Avilés no los hay, estos están en el HUCA y Cabueñes. Por eso cuando nosotros recibimos un caso debemos avisar al 112 Asturias para activar código ictus», manifestó Vidal. Destacó, así, la importancia de que el San Agustín contara con una unidad de estas características -proyecto paralizado por la crisis económica- para atender a pacientes con cuadros urgentes.

Los síntomas del derrame cerebral siempre surgen de forma súbita: entumecimiento o debilidad repentinos en el rostro, brazos o piernas, confusión súbita, dificultad para hablar o entender, dolor de cabeza severo o dificultad repentina para caminar o para ver con uno o ambos ojos. «Si el paciente acude a un hospital donde pueda estar bien atendido la mortalidad se reduce a una tercera parte», subrayó el médico. Incidió en los factores de riesgo como fórmulas de prevención de ictus.

Aconsejó mantener bajo control la hipertensión, la diabetes y el colesterol así como reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol. Recomendó también realizar al menos media hora de ejercicio al día, evitar el sedentarismo y la obesidad y seguir una dieta equilibrada. «A esto hay que añadir factores de riesgo menos conocidos como el binomio tabaco y anticonceptivos que afecta a mujeres jóvenes», señaló. El tratamiento pasa, en la mayoría de los casos, por anticoagulantes y un tratamiento rehabilitador a nivel motor y psicológico.

¿Y el ictus tiene réplicas? «Hay ictus momentáneos que duran unos minutos y desaparecen. Es muy importante detectarlos y acudir al médico. Otro tipo de ictus son aquellos que sufren, sobre todo, pacientes hipertensos y diabéticos. Estos no son muy llamativos pero es imprescindible también llevarlos bajo control», concluyó José Antonio Vidal.

Información procedente de: http://www.lne.es

 

¿Por qué se cansa el cerebro cuando hacemos demasiado ejercicio?

Un corredor de maratón se aproxima a la línea de meta y, de repente, cae extenuado y se desmaya a solo unos metros de alcanzar la victoria. Aunque la escena puede resultarnos familiar, lo que probablemente ignoramos es que no se debe a un desgaste de los músculos sino a un mecanismo del cerebro que pone freno al exceso de actividad cuando nos extralimitamos. Es lo que se conoce como "fatiga central", un tipo de cansancio extremo que afecta al cerebro y al sistema nervioso.

Científicos de la Universidad de Copenhagen han indagado acerca de los mecanismos que conducen a este proceso y han llegado a la conclusión de que tiene que ver con la serotonina. La serotonina es un neurotransmisor se libera cuando hacemos ejercicio, genera bienestar y nos ayuda a mantenernos activos, funcionando a modo de "acelerador" que contribuye a que los músculos funcionen. Sin embargo, a partir de ciertas ciertas cantidades también puede actuar como freno, tal y como exponen el neurocientífico Jean-François Perrier y sus colegas en la última edición de la revista PNAS.

El cerebro se comunica con los músculos utilizando un tipo especial de neuronas, las motoneuronas, que hacen que las fibras musculares se contraigan. Para ordenar los movimientos corporales, el cerebro debe ser capaz de controlar los impulsos de las motoneuronas para que se activen en el orden correcto y con la intensidad necesaria. La excitabilidad de las motoneuronas se incrementa al elevarse los niveles de serotonina, de tal modo que cuando este neurotransmisor alcanza tales niveles que se “desborda” su acción deja de ser local en las uniones entre neuronas y llega a sitios más lejanos, como el segmento inicial del axón de las neuronas, que conduce los impulsos nerviosos, y los inhibe. El mecanismo de control identificado ahora impide que las motoneuronas se vuelvan hiperactivas y reduce aquella actividad muscular que podría resultar perjudicial.

El hallazgo podría ayudar a combatir el dopaje, ya que para lograrlo "es crucial identificar qué métodos pueden usar los atletas para prevenir la fatiga central y continuar rindiendo más allá de lo que es naturalmente posible". El descubrimiento ayudará a entender también por qué las personas que toman antidepresivos se cansan antes, ya que estos fármacos elevan el nivel de la serotonina para mejorar el estado de ánimo.

Información procedente de: http://www.muyinteresante.es

Rechazo social, una barrera para quienes padecen Alzheimer.

El Alzheimer es la demencia más común a nivel mundial y se prevé que para 2015 hayan unas 115 millones de personas con este trastorno. Pero más allá del desgaste neurológico que presenta el paciente, el estigma y la exclusión social son dos barreras para quien la padece y para sus familiares, según el último Informe Mundial sobre la Enfermedad Alzheimer 2012.

El documento asegura que en el 75 por ciento de los casos se cree que hay una falta generalizada de comprensión sobre la enfermedad, por lo que la educación, la información y el conocimiento se deben convertir en prioridades para ayudar a reducir el estigma que rodea dicha demencia.

Ante la problemática, la región desarrolló, recientemente, el primer Consenso Multidisciplinario Centroamericano de Enfermedad de Alzheimer y Demencias Asociadas (Comcaeda).
"El Consenso regional permitió actualizar y homologar los criterios y el manejo del Alzheimer en la región", explicó el neurólogo William Arias Sifontes, quien participó en el consenso.
Otro de los logros del encuentro fue la puesta en mira del problema del diagnóstico tardío del Alzheimer, pues por desconocimiento y por la falta de recursos económicos los pacientes recurren hasta que están en una etapa avanzada.

La problemática es alarmante, ya que según la Asociación Internacional de Alzheimer, en Centroamérica un 90 % de los casos no se diagnostica en forma temprana y por tanto, el abordaje terapéutico es tardío.
"Es importante que la sociedad en general haga conciencia de la enfermedad, más en países como el nuestro en donde el envejecimiento es más temprano, lo cual podría deberse a muchos factores como la educación y la atención de salud pública", agregó el especialista salvadoreño.
Además, Arias Sifontes detalló que en el Comcaeda se establecieron metas para abordar la demencia, tanto para los gobiernos como para la sociedad, entre ellas lograr una actualización básica del tema dado por los expertos, construir un documento básico de consenso y establecer las bases de una Confederación Centroamericana para el Estudio de las Demencias.

Acciones locales
La Sociedad de Alzheimer de El Salvador, la cual tuvo presencia en el Comcaeda, ya está trabajando en algunas de las metas establecidas en el Consenso, tal es el caso de la planificación de una investigación sobre la prevalencia del Alzheimer a nivel nacional.
"Estamos trabajando con el Dr. Ricardo López Contreras, quien está al frente de la parte médica de la Sociedad, en una investigación para determinar la prevalencia, para lo cual pretendemos capacitar evaluadores de las universidades, quienes pueden desarrollar una serie de test y así cuantificar los casos en el país de forma temprana", describió Arias Sifontes.
La iniciativa ya se hizo en otros países como la India, República Dominicana y Guatemala.
Ante la iniciativa de investigación, el Dr. Norbel Román Garita, presidente de la Confederación Multidisciplinaria de Alzheimer y otras Demencias Asociadas, sostiene que "la capacitación a evaluadores y por supuesto la integración de los diferentes actores en los sistemas de salud se hace fundamental para lograr un avance en materia de diagnóstico, atención y tratamiento".
Por ello, la Sociedad desarrolla conferencias para la comunidad médica y seminarios para los cuidadores de los pacientes. Estos últimos representan un papel importante en torno al Alzheimer, ya que la atención que necesita el paciente es desgastante.

Para el neurólogo es necesario capacitar a los cuidadores, para hacerles ver las diferentes fases del trastorno: que primero afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, por lo que el paciente experimenta olvidos leves, lo que puede generar un estado depresivo. Mientras que, en la segunda fase el enfermo sufre una transformación del carácter, y a veces se vuelve violento y agresivo. Y en la tercera fase el paciente se va convirtiendo lentamente en un ser vegetativo.

Al tener presente las fases y capacitar a los cuidadores se puede evitar el "Síndrome del cuidador quemado", el cual consiste en un grave desgaste emocional y físico que experimenta la persona que convive y cuida a un enfermo crónico incurable.

"Es un conjunto de síntomas que aparecen en las personas encargadas del cuidado de una persona dependiente a medio-largo plazo. Se caracteriza por un profundo y constante desgaste físico y fatiga emocional, como consecuencia de la lucha diaria contra la enfermedad de un ser querido, y supone un estado de estrés crónico que permanece constante a lo largo del tiempo", puntualizó el neuropsicólogo Víctor Isidro, responsable de formación Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía, en un artículo del periódico español ABC. 

Información procedente de: http://www.elsalvador.com

 

jueves, 7 de marzo de 2013

Un robot-foca ayuda a romper el aislamiento en mayores con déficit cognitivo. 

El Grupo Vitalia en Badajoz ha presentado hoy un robot-foca, importado de Japón por la cadena de centros de día en España, que ayuda a romper el aislamiento en personas mayores que padecen algún deterioro cognitivo ocasionado por enfermedades como el parkinson, la demencia o la depresión. El invento ha sido presentado en la sede pacense del grupo por su presidenta, Catalina Hoffmann, quien ha indicado que este programa terapéutico para mayores denominado "Nuka" mejora la calidad de vida de los ancianos, pero también es útil para niños con autismo o personas con un estado de ánimo bajo previo a la depresión. Se trata de una innovadora terapia robótica utilizada en el tratamiento con personas mayores dentro del método Hoffman, registrado como obra científica en la propiedad intelectual y que se aplica en la red de centros de día del grupo. 

El robot, con capacidad de movimiento, es capaz de trasmitir sensaciones más propias de los seres humanos, dada la expresividad en sus ojos, que abre y cierra en función de su supuesto estado de ánimo, lo que permite a los mayores tratarle como una auténtica mascota. Según ha indicado Catalina Hoffman, son múltiples los estudios que avalan los beneficios que aporta esta terapia robótica en las personas mayores, en los que se destaca las ventajas que se producen a nivel sensitivo y emocional, y con el cual la mejoría en el estado de ánimo es un hecho que ella misma ha venido comprobando en el año que lleva implantando esta terapia en sus centros de día. Además, el robot, con el tamaño de una foca bebé real, ofrece beneficios similares que la terapia animal, pero sin los riesgos que puede conllevar ésta, como las reacciones provocadas en los animales por los comportamientos de los mayores y viceversa. "El animal mueve la cola cuando sus sensores reciben la estimulación por parte de la persona que está llevando a cabo la terapia. Con este tratamiento demostramos que la neuroplasticidad del cerebro en los mayores es posible gracias a una estimulación cognitiva externa", ha señalado Catalina Hoffman. 

Esta herramienta terapéutica, dirigida por psicólogos, está especialmente indicada para ser utilizada en tratamientos con personas con síntomas de demencia y personas mayores, entre otros perfiles. No obstante, también puede ser utilizada en niños con autismo, personas con parálisis cerebral y todos aquellas que, en general, padecen un aislamiento de la realidad. "Con este robot se consigue activar la comunicación, favorecer la autonomía, relajar y motivar, mejorar los signos vitales y aumentar la autoestima", según ha explicado la experta en estimulación cognitiva, Catalina Hoffman, quien ha señalado que la terapia está mejorando el funcionamiento físico, cognitivo, social y emocional de las personas mayores que la están practicando. 


Información procedente de: http://www.elconfidencial.com

miércoles, 6 de marzo de 2013

Personas mayores de 68 años mejoran su memoria tras usar Facebook, según estudio.

 


La muestra fue compuesta por hombres y mujeres de entre 68 y 91 años.
El uso de la red social mejoraría su desempeño cognitivo.

Un estudio realizado en Estados Unidos reveló que la red social Facebook ayuda a mejorar el desempeño cognitivo de hombres y mujeres mayores de 68 años de edad, ya que un 25 por ciento de quienes aprendieron a utilizar la red social mejoraron su memoria.

La investigación fue realizada por Janelle Wohltmann, quien es graduada en psicología de la Universidad de Arizona, con la finalidad de determinar los beneficios que el uso de Facebook podría tener en personas que habitualmente no son usuarios de la red social.
De esta forma, durante dos meses Wohltmann reunió a un grupo de personas de entre 68 y 91 años de edad que no estaban familiarizados con Facebook y que no poseían un perfil activo indicándoles que actualizaran su cuenta por lo menos una vez al día.

Al mismo tiempo, otro grupo hacía algo parecido publicando posteos diariamente en el sitio Penzu.com, el cual tenía la característica de que las entradas publicadas se mantenían de forma privada y no pública, de manera que no había interacción con otras personas como ocurre en Facebook.

Si bien el estudio aún se encuentra en curso, Wohltmann ya tiene resultados positivos, ya que los adultos que pasaron dos meses en Facebook mostraron una mejoría del 25 por ciento de su capacidad cognitiva. Mientras que el segundo grupo no mostró ningún cambio en su desempaño cognitivo.

Información procedente de: http://www.cooperativa.cl